Cuando recibes tus flores puedes cortar la punta con unas tijeras de cocina o un cuchillo filoso. Luego puedes repetir este proceso cada día para asegurarte que los tallos reciban la suficiente agua conforme va pasando el tiempo.
Idealmente te recomendamos que el corte lo hagas en un ángulo de 45° para que tus flores tengan más superficie para tomar agua.